La Academia Argentina de Letras (AAL) cumplió 83 años de existencia el pasado miércoles 13. Encargada del estudio y asesoramiento para el uso de la lengua española en nuestro país, fue creada el 13 de agosto de 1931 por decreto firmado por el presidente provisional de la Nación, general José Félix Uriburu, y su ministro de Justicia e Instrucción Pública, Guillermo Rothe. El mentor de la idea fue Manuel Gálvez.
En el decreto se expresaba uno de los objetivos de la institución, que es dar unidad y expresión al estudio de la lengua y de las producciones nacionales, para conservar y acrecentar el tesoro del idioma y las formas vivientes de nuestra cultura. También se acentuaba la contribución del Estado en el otorgamiento de significación social a los escritores y a la literatura argentina.
Hasta noviembre de 1999, la AAL fue una “Academia Asociada” de la Real Academia Española; a partir de ese año pasó a la categoría de “Academia Correspondiente”. Actualmente integra la Asociación de Academias de la Lengua Española y está conformada por 24 académicos de número, quienes son elegidos sobre la base de sus destacadas vinculaciones con el idioma o la literatura.