El académico de número Abel Posse fue quien a continuación tomó la palabra para referirse a la primera “Personalidad sobresaliente de las Letras” reconocida así por la Academia Argentina de Letras: la escritora, docente e investigadora Graciela Maturo. Esta Distinción fue aprobada por los miembros de la AAL en una sesión reciente, y fue creada para destacar y homenajear a escritores, investigadores y estudiosos que hayan cumplido una destacada labor en el campo de sus respectivas actividades.
Posse manifestó el orgullo de inaugurar el premio en reconocimiento al talento, devoción al trabajo y pasión creadora de Graciela Maturo, quien, al ser nombrada por primera vez, recibió por parte del público un espontáneo aplauso que logró interrumpir el discurso del académico. Posse la calificó como una “polifacética escritora” y “una exquisita poeta”, y dirigiéndose a ella directamente le dijo: “En un centro íntimo tuyo está la poesía”. Apreció que la poesía la fue llevando a otros campos como la filosofía, a la que levantó de su estructura académica, y que “entre tan importantes material la poesía fue su refugio”.
El académico y diplomático relató un poco de los hitos profesionales de Maturo, sus títulos de doctorado, sus estudios como los centrados en Leopoldo Marechal y sus especializaciones. “Se fue enriqueciendo en los distintos temas que fue tocando” —enfatizó—; “estamos ante una personalidad sobresaliente”. Concluyendo recitando un fragmento de su poema Navegación de altura.
Tras un nuevo y sostenido aplauso y los saludos con José Luis Moure y Abel Posse, Graciela Maturo agradeció el premio como la distinción más valiosa y de mayor envergadura que recibió en su vida, con palabras dirigidas a Abel Posse y a la Academia, “la más alta de la vida cultural argentina, por su historia, integración y actividad”.
“Nunca he buscado sobresalir”, señaló Maturo, que resumió sus vocaciones en tres: la vocación por la ciencia, su vocación poética y su vocación docente, sobre la que dijo que “el que se siente transformado quiere expandir a otros los prismas de luz que recibe”. Cerró su alocución volviendo a expresar “el gozo que he sentido al recibir la noticia de este premio” y “la enorme gratitud a los señores académicos por este reconocimiento que recibo como un regalo”.
José Luis Moure y Abel Posse fueron los encargados de entregarle luego el diploma correspondiente a la nueva distinción académica.