Conde con el diploma que lo acredita como flamante integrante de la Academia Argentina de Letras.
Crédito: Hernán Zenteno - La Nación.
La Academia Argentina de Letras celebró la recepción pública del académico de número Oscar Conde. Su ingreso formal a nuestra Institución se llevó a cabo el martes 10 de octubre, a las 18.00, en el salón del Palacio Errázuriz - Museo Nacional de Arte Decorativo (Avenida del Libertador 1902, Ciudad de Buenos Aires), contiguo a la sede de la Academia.
Los oradores fueron los académicos de número Alicia María Zorrilla, presidenta de la Academia, quien pronunció las palabras de apertura»; Jorge Fernández Díaz, quien dio el discurso de bienvenida y de presentación; y el recipiendario, quien expuso sobre «Los tesoros ignorados de la literatura lunfarda».
El acto contó con la presencia de la directora del Museo Nacional de Arte Decorativo, doctora Marina Cañardo; miembros de las Academia Porteña del Lunfardo y de la Academia Nacional de Tango y representantes de universidades nacionales.
Asistieron y acompañaron al nuevo miembro de nuestra Institución los siguientes académicos de la AAL: Alicia María Zorrilla, presidenta; Rafael Felipe Oteriño, vicepresidente; Pablo Cavallero, secretario general; Eduardo Álvarez Tuñón, tesorero, Antonio Requeni, Santiago Sylvester, Pablo De Santis, Hugo Beccacece, Hilda Albano, Javier Roberto González, Leonor Acuña, Sofía Carrizo Rueda, Esther Cross y Jaime Correas.
Enviaron saludos y adhesiones la Academia Nacional del Tango y la Academia Porteña del Lunfardo.
Los discursos completos, que se resumen más abajo en esta nota, se difundirán en el Boletín de la Academia Argentina de Letras —publicación impresa periódica y órgano oficial de la Academia—, en el número que corresponderá al período de julio-diciembre de 2023.
Jorge Fernández Díaz y Rafael Felipe Oteriño (de izquierda a derecha), entre otros académicos que le dieron la bienvenida a Oscar Conde (a la derecha) en el Museo Nacional de Arte Decorativo.
Crédito: Hernán Zenteno - La Nación.
El poeta, ensayista, profesor universitario e investigador especializado en el lunfardo y el tango Oscar Conde fue elegido académico de número por los miembros de la Academia Argentina de Letras el pasado 8 de junio. Desde ese día ocupa el sillón «Juan Cruz Varela», en el que lo precedieron Roberto F. Giusti, Elías Carpena, Ángel Mazzei y Pedro Luis Barcia.
Como la AAL lo expresó en un comunicado de prensa firmado por la presidenta Alicia María Zorrilla y difundido en junio, Conde es un «valioso profesional» de «relevante formación» que, como especialista en el estudio del lunfardo y del tango, «enriquece a nuestra Academia en un área fundamental que atañe al estudio de la lengua en la Argentina».
Conde es miembro de la Academia Porteña del Lunfardo y de la Academia Nacional del Tango, profesor de Lenguas clásicas, de Lengua española y de Literatura Argentina y director de proyectos de investigación y de tesis doctorales y posdoctorales.
Para ver la nómina de los actuales miembros de número, hacer clic aquí. Todos, desde que son elegidos para integrar el cuerpo académico de la AAL, forman parte automáticamente de la Real Academia Española en condición de miembros correspondientes hispanoamericanos.
La ceremonia de incorporación pública de Oscar Conde
La presidenta de la Academia, Alicia María Zorrilla, abrió el acto dándole la bienvenida «a un apasionado de las palabras».
En su discurso presentó el mundo en el que Conde se desarrolla profesionalmente a través de una de sus investigaciones: la del origen, historia y características del lunfardo como argot o vocabulario paralelo al de uso general de la lengua. Dijo que para Conde el lunfardo no es una jerga de delincuentes ni un lenguaje carcelario, y que las palabras o expresiones lunfardas son consideradas argentinismos. Luego, hizo un detallado repaso por el significado y uso de lunfardismos con vocablos como 'bondi' o frases como 'que te garúe finito'.
«Señor Oscar Conde, reciba nuestras felicitaciones y nuestro abrazo de bienvenida a esta casa», finalizó la presidenta.
A continuación, en su discurso de bienvenida y presentación de Oscar Conde, el académico de número Jorge Fernández Díaz, amigo del homenajeado desde la infancia, contó que se conocieron a los cuatro años, y, entre otras anécdotas, que, a eso de los diez años, se juramentaron ser escritores.
«Mi vida y mi obra literaria le deben muchísimo a Oscar Conde, a quien no me canso de dedicarle cada uno de mis libros» —afirmó Fernández Díaz—. «Cuando hace unos meses alguien lo propuso para ingresar en la Academia Argentina de Letras y llegó al momento de la verdad, el resultado fue raramente unánime y entusiasta. Casi por aclamación. Todos conocían y querían a Oscar Mario Conde».
Tras leer la carta que el académico José Luis Moure presentó en apoyo de su elección y que «sintetiza lo que piensa el mundo académico y universitario de mi viejo amigo», Fernández Díaz habló de su trayectoria: «Sus áreas de investigación, en permanente cruce, son dos: por un lado, el lunfardo, el español de la Argentina y la lexicografía de nuestra lengua y, por el otro, la literatura argentina, área en la cual se concentra en los géneros marginalizados, la literatura lunfarda y la cancionística popular (tango, rock y rap)».
Finalmente, aseguró: «Conde se inscribe en una fecunda tradición de escritores, críticos y ensayistas que desde la alta cultura, desde los cenáculos más encumbrados de la universidad, han sabido registrar la nobleza de la cultura popular. […] Oscar introduce a los letristas, y les da el tratamiento de grandes poetas. Es por eso que con Conde ingresan hoy en la Academia Argentina de Letras, muchos fantasmas ilustres que pertenecían por talento y derecho propio a esta casa: Manzi, Cadícamo, Homero Expósito, Catulo Castillo, Pascual Contursi, Celedonio Flores, pero también Spinetta, García, Páez, Calamaro, Cerati. Y agrego a la lista, por supuesto, a aquel mismo Enrique Santos Discépolo que nos revelaba su padre en nuestro pequeño mundo de la calle Ravignani, donde soñábamos con la literatura pero, lo confieso, nunca pudimos soñar esta tarde inolvidable».
Crédito: Hernán Zenteno - La Nación.
Como cierre del encuentro, el homenajeado y nuevo integrante de nuestra Institución Oscar Conde pronunció su discurso, titulado «Los tesoros ignorados de la literatura lunfarda», antes del cual vaticinó lo que sucedería: «Intentaré que aprendamos algo, nos divirtamos otro poquito, y la pasemos bien».
Agradeció primero al cuerpo académico por la confianza depositada en él y dijo que vivía esta designación como un reconocimiento a su trabajo: «No considero este ingreso un punto de llegada, sino un nuevo punto de partida. […] Aquello a lo que más tiempo me dediqué es a enseñar. Para muchos soy solo el profesor Conde. Aportaré lo más que pueda a esta Academia». Al borde del llanto, agradeció finalmente a sus hijas, su «máximo logro y máximo orgullo».
En lo que fue su discurso propiamente dicho, explicó que el lunfardo no varía, pero que sí varían los lunfardismos que lo forman, y que lo integran principalmente palabras de tres clases: verbos, sustantivos y adjetivos, o locuciones verbales, sustantivas y adjetivas. «Pese a extenderse la idea de que uno habla “en” lunfardo, lo que en realidad uno más podría hacer es hablar “con” lunfardo», señaló, advirtiendo que el lunfardo hoy es marginal, no se estudia.
En reivindicación de la literatura lunfarda —«un reservorio de textos ocultos, cuasi perdidos u olvidados; un corpus de dimensiones imponderables todavía, que incluye producciones teatrales, poesía firmada y anónima, letras de canciones, diálogos, relatos, cuadros costumbristas, aguafuertes y columnas de prensa, materiales producidos mayormente entre 1880 y 1950»—, dio ejemplos incluyendo, en medio de su alocución, el canto de tangos y la recitación de textos, como el del poema lunfardo Mufa de Luis Aposta, presente en el encuentro sentado en primera fila.
Y agregó: «El común denominador de estos textos [de literatura lunfarda] es que en ellos hay una cantidad considerable —y, en ocasiones, exagerada— de lunfardismos, y resulta imperioso preservar estas producciones por medio del rescate, el estudio y la publicación para que podamos contar con este material tan rico desde los puntos de vista lingüístico, histórico, sociológico y, naturalmente, literario».
Al respecto, el escritor explicó la urgencia por ubicar, catalogar, fotografiar, digitalizar y publicar diversas ediciones de ese tipo de literatura, la que es prácticamente desconocida para los propios estudiosos de la literatura argentina y del español de nuestro país. «El proceso de activación patrimonial de la literatura lunfarda —conjuntamente con la comprensión del imaginario simbólico en el que surgió y se desarrolló— no puede desatender estas cuestiones», manifestó.
«Claudicar en la búsqueda, la catalogación, la puesta al día y el estudio de todo este valiosísimo material de literatura lunfarda, sería como suicidarse culturalmente. Está muy bien mirar hacia el futuro, pero nada puede salir bien, si no conocemos en profundidad nuestro pasado. Esta premisa, que sirve para la vida, vale también para la ciencia y para el arte» —sentenció Oscar Conde—. «No es tan importante para la Academia Argentina de Letras que hoy ingrese Oscar Conde. Lo verdaderamente trascendente, lo que me animo a definir como un hito para esta casa, es que los autores y obras de un género literario marginalizado, como la literatura lunfarda, van a tener un lugar aquí para ser estudiados, atendidos y justipreciados por ser también una parte, y no menor, de los avatares del alma argentina».
Alicia María Zorrilla le entrega la medalla de académico a Oscar Conde,
con Rafael Felipe Oteriño a punto de darle el diploma.
Crédito: Hernán Zenteno - La Nación.
El acto finalizó con la entrega a Oscar Conde de la medalla, el diploma y el distintivo institucional de manos, respectivamebnte, de la presidenta Alicia María Zorrilla, el vicepresidente Rafael Felipe Oteriño y el secretario general Pablo Cavallero.
La ceremonia, en la prensa
El poeta, ensayista e investigador Oscar Conde se sumó a la Academia Argentina de Letras como miembro de número de la corporación a través de un acto donde reflexionó sobre la literatura lunfarda y la necesidad de su activación patrimonial. Durante la ceremonia de ingreso, Conde disertó sobre «Los tesoros de la literatura lunfarda», utilizando el humor y entonando estrofas de dos tangos para ejemplificar piezas de la literatura lunfarda […].
Oscar Conde
Nació en la ciudad de Buenos Aires en 1961.
Es poeta, ensayista, investigador y docente universitario especializado en el estudio del lunfardo y del tango.
Profesor, licenciado y doctor en Letras por la Universidad del Salvador.
Actualmente es profesor titular regular de Lengua Española II en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), profesor asociado regular del Área de Literatura Argentina en la Universidad Pedagógica Nacional (UNIPE), donde dirige la Especialización en la Enseñanza de la Lengua y la Literatura y profesor titular de la materia Lunfardo en la Universidad Nacional de las Artes (UNA).
Es miembro de la Academia Porteña del Lunfardo (Sillón «Benigno B. Lugones») y de la Academia Nacional del Tango (Sillón «Balada para un loco»).
Se ha especializado en la docencia de lenguas clásicas, de lengua española y de literatura argentina, y es director de proyectos de investigación y de tesis doctorales y postdoctorales.
Dedicó la primera mitad de su vida académica a las lenguas clásicas. Después de enseñar griego antiguo y latín durante veinticinco años en la Universidad de Buenos Aires y dieciocho años en la Universidad del Salvador, y de haber investigado cuestiones relacionadas con la tragedia y la comedia griegas, Platón, Aristóteles, la didáctica de las lenguas clásicas y la poesía helenística, se volcó al estudio del lunfardo y de las literaturas marginalizadas.
Estudia la literatura lunfardesca y el argot del lunfardo desde el punto de vista lingüístico y lexicológico, y las letras de tango, del rock y el free-style argentino.
Ha compilado los libros Estudios sobre tango y lunfardo ofrecidos a José Gobello; Poéticas del tango; Poéticas del rock, vol. 1 y 2; Las poéticas del tango-canción. Rupturas y continuidades; y Argots hispánicos. Analogías y diferencias en las hablas populares iberoamericanas. Asimismo, es autor del Diccionario etimológico del lunfardo y de los libros Lunfardo. Un estudio sobre el habla popular de los argentinos; Charly García, 1983 y Acerca de Clics modernos.
Sus libros de poesía son Cáncer de conciencia, Gramática personal y La risa postergada. En 2015 reeditó con estudio preliminar, notas y glosario la primera novela lunfarda: La muerte del Pibe Oscar de Luis C. Villamayor.
Fuente: BID, Número 152, 2023.