Academia Argentina de Letras. 90.° aniversario (1931-2021). Homenaje
Integra la Serie “Homenajes”, volumen XXV
Umbral, texto de Alicia María Zorrilla, presidenta de la Academia Argentina de Letras que integra el libro como presentación
El umbral es la entrada, el comienzo, el primer paso. Nos detenemos en él para explicar que este libro en homenaje a los noventa años de la Academia Argentina de Letras nos abraza a todos los académicos en un objetivo común: agradecerle a esta Corporación con nuestras palabras, cada uno desde su especialidad, desde el despertar de su poesía interior, tanto tiempo de valiosa labor investigativa y de propiciar el encuentro amoroso entre los libros y los lectores.
Decía Emily Dickinson que «para viajar lejos» no había «mejor nave» que un libro. Por eso, lo compusimos. Nuestro viaje significa imaginar aquel 13 de agosto de 1931, en que un grupo de hombres soñaba con un refugio para su escritura —morada interior y exterior—, pues las obras trascienden a los autores. Sus voces fundadoras y las de muchos otros académicos aún nos acompañan de manera entrañable: Calixto Oyuela, Enrique Banchs, Joaquín Castellanos, Atilio Chiappori, Juan Carlos Dávalos, Leopoldo Díaz, Juan Pablo Echagüe, Alfredo Ferreira, Gustavo Franceschi, Manuel Gálvez, Leopoldo Herrera, Carlos Ibarguren, Arturo Marasso, Gustavo Martínez Zuviría, Clemente Ricci y Juan Bautista Terán.
La consigna era y sigue siendo crear con pasión para ofrecer generosamente la polisemia de las palabras, su inmensidad interior, y hasta de esos silencios que se esconden en ellas y entre ellas para que el lector los revele con su pensamiento, para que los recree con otros vocablos a través de la lectura, más allá de lo que denominamos «realidad», a la orilla de otro comienzo. Según el filólogo, periodista, escritor y crítico literario francés Maurice Blanchot (1907-2003), «la literatura no es un sencillo engaño, es el peligroso poder de ir hacia lo que es por la infinita multiplicidad de lo imaginario».
Aspiramos, pues, a que los trabajos que componen la obra motiven otros, y que este viaje intelectual labre un camino —hacia nosotros mismos y hacia los demás— que no termine en la última página, cuando se cierra el libro, sino que persevere en su misión de permitirnos soñar para crear y recrear.
Atravesemos, entonces, el umbral y abordemos la nave para partir.