Falleció el escritor y académico de número Luis Chitarroni

luis chitarroni
Crédito: Alejandro Guyot - Infobae.

Desde la Academia Argentina de Letras lamentamos la muerte, el pasado miércoles 17 de mayo, a los 64 años, del escritor, traductor, editor, crítico literario y académico de número de nuestra Institución Luis Chitarroni.

Fue elegido miembro de número de la Academia Argentina de Letras el 28 de octubre de 2021 para ocupar el sillón «Calixto Oyuela», en el que lo precedieron Atilio Chiáppori, Rodolfo Ragucci, Raúl Castagnino y Emilia Puceiro de Zuleta Álvarez.

El acto de su recepción pública como académico de número nunca llegó a realizarse, ya que estaba previsto que se hiciera este año.

La despedida a Luis Chitarroni en los medios


El joven Chitarroni que escribía sus “siluetas” en revista Babel. Crédito: CHITARONI PENULTIMA.

  • Pablo Gianera, en La Nación: «Chitarroni no traficó con vanidades y reinventó la literatura argentina»
    «[…] Que cosa fuera la muerte de un escritor es una pregunta que no quedó excluida de las especulaciones de Luis Chitarroni: no hay, después de todo (literalmente: después de todo) una pregunta más importante, para un escritor. En el prólogo a La muerte de los filósofos en manos de los escritores —antología que él mismo seleccionó para La Bestia Equilátera, la editorial que es otra obra suya— dio una respuesta: “En términos de relato consecuente, morir implica, acaso con desgano, una sola peripecia anterior, que se denomina en tercera conjugación del infinitivo con un verbo de rima consonante: vivir. Que se derrama y se derrocha y se despilfarra en un pleonasmo o una redundancia” […]».
  • Hinde Pomeraniec, en Infobae: «Luis Chitarroni en su última entrevista con Infobae: Los críticos somos tan pobres que le decimos que sí a todo”»
    «El gran editor y narrador argentino falleció a los 64 años. En este diálogo de 2021, repasa algunas de sus preferencias literarias y reflexiona sobre Borges, entre otros temas […]».
  • Maximiliano Tomas, en La Nación: «El lector absoluto»
    «[…] Es probable que no a todos les suene el nombre de Luis Chitarroni, y no hay nada que reprochar. Existen escritores públicos y otros que prefieren una existencia discreta, y Chitarroni eligió distinguirse dentro de este segundo grupo. Pero estoy seguro de que no hay un solo escritor argentino que desconozca quién fue Luis Chitarroni, y que la mayoría le profesaba un respeto que tenía mucho de admiración. Para decirlo de una manera un poco torpe que a él, de apellido italiano pero anglófilo por elección, le hubiera parecido una invitación al pudor: Chitarroni fue probablemente el mayor lector que tuvo la literatura argentina en los últimos treinta años. Ese hombre de una cultura libresca abismal murió el miércoles, con apenas 64 años, y con él desaparece una figura (la del lector absoluto) absolutamente irremplazable.

    […] ¿Cómo construye una obra un lector, una obra donde lo que en verdad importa es la literatura de los demás? Chitarroni supo hacerlo dejando un legado a la vista, es decir, construyendo un catálogo: primero en la editorial Sudamericana, donde publicó los primeros libros de autores como Daniel Guebel, Sergio Bizzio, Charlie Feiling, María Martoccia, Martín Caparrós, Luis Gusmán, Fogwill y María Negroni; y en los últimos 15 años rebuscando en su memoria las lecturas de autores muertos u olvidados, como Muriel Spark o Alfred Hayes, y poniéndolos nuevamente en circulación en el sello La Bestia Equilátera […]».

  • Matías Serra Bradford, en Clarín: «Estilo y andanzas de un lector irrepetible»
    «[…] Una escena lo pinta entero: en un taxi porteño —las cuatro ventanas abiertas— con el medio sordo y del todo cálido Antonio Lobo-Antunes, recitando juntos versos de Dylan Thomas. Memorizador serial de líneas amadas, editor, narrador, ensayista, poeta, profesor y traductor ocasional, Luis Chitarroni fue sobre todo un lector voraz, famélico, alguien que parecía haber pasado privación lectora durante todas sus vidas anteriores.

    Aun en alguien que, como él, desde muy joven ventiló sus impresiones en público (en diarios y revistas, de Babel a Ñ, hasta pocas semanas atrás), toda lectura es secreta. Ante un fanático de esa magnitud y de ese grado de eclecticismo y apertura, no es posible resumir con fidelidad qué clase de lector era Chitarroni, en especial cuando, como buen curioso insaciable, su gusto no se dejaba domar por la categoría de lo previsible […]».

  • Télam: «Luis Chitarroni, el crítico, editor y autor que con lucidez marcó la escena cultural argentina»
    «Escribió una novela y un volumen de cuentos, pero, además, en la Editorial Sudamericana publicó los primeros textos de Daniel Guebel, María Negroni, María Martoccia, Gustavo Ferreyra, Sergio Chejfec, Sergio Bizzio y Charlie Feiling […]».
  • Adriana Lorusso, en Noticias: «Los libros de un editor genial»
    «Figura esencial del campo literario argentino, murió a los 64 años. Trayectoria y sus textos fundamentales […]».
  • Cristian Vázquez, en Letras Libres: «Las peripecias de Luis Chitarroni»
    «El legado de Luis Chitarroni, quien murió la semana pasada en Buenos Aires, excede a la obra breve y contundente que conforman sus propios libros: su labor como editor ejerce una influencia que abarca a varias generaciones de lectores argentinos […]».
  • Gabriela Saidon, en El Diario Ar: «Tema para Luis»
    «“La ficción no vende”. La frase es de Luis Chitarroni. Siempre me impacta la velocidad con que Wikipedia carga la fecha de muerte de las personas. Pensar que, hasta hace dos días, Luis estaba vivo. Eso me impacta más. Como me impactó que un editor de ficción dijera eso. ¿O no es lo que hace un editor: hacer que se vendan libros? ¿No lo hace también, en cierto modo, un crítico? ¿Un ensayista? ¿Un escritor? Y Luis era todas esas cosas que, al mismo tiempo, son una misma y sola cosa: lector […]».
  • Omar Genovese, en Perfil: «Falleció Luis Chitarroni, último exponente de una especie ya desaparecida: el escritor-editor»
  • Luis Guzmán, en Página/12: «Sí, importa»
  • El Destape: «Escritores destacan la calidad intelectual y generosidad de Luis Chitarroni, tras su fallecimiento»
  • Ámbito: «Adiós a Chitarroni, un baluarte de las letras»


Crédito: Juan Obregón - Noticias

Luis Chitarroni


Crédito: Emiliano Lasalvia - La Nación

Nació en Buenos Aires el 15 de diciembre de 1958.

Era escritor, editor, traductor y crítico literario.

Inició su carrera como colaborador y redactor de críticas literarias en diversas revistas y medios de comunicación nacionales.

En 1986 ingresó a la Editorial Sudamericana como editor. Allí desarrolló una labor impresionante en la colección Narrativas Argentinas, donde publicó a Piglia, Fogwill y Aira, pero también a Guebel, Guzmán, Chejfec, Bizzio, Feiling, María Negroni, María Martocia, Gustavo Ferreyra, Ana María Shua y tantos otros autores de culto. Allí, a su vez, fungió como principal asesor en el área del ensayo y creó una colección de poesía impresionante, donde se lucían los versos de Alejandra Pizarnik, Olga Orozco y Alberto Girri.

Luego recaló en la editorial La Bestia Equilátera, y protagonizó el gran fenómeno de las editoriales independientes.

En 1992 publicó Siluetas (1992), que reúne una serie de retratos de escritores, algunos imaginarios y otros reales, escritos para la recordada revista literaria Babel.

Su primera novela, El carapálida, apareció en 1997.

Es autor también del volumen antológico Los escritores de los escritores (1997), Mil tazas de té (2008), Peripecias del no: Diario de una novela inconclusa (2007), La muerte de los filósofos en manos de los escritores (2009) y de diversas antologías de cuentos breves, a menudo en colaboración con Raúl Brasca. Entre ellas se destaca Del cuento breve y oculto (2000) y La noche politeísta (2020).

Se destacó por su taller de escritura creativa, de donde han surgido grandes narradores, y por sus incontables cursos y seminarios, que versaron sobre temas tan disímiles y amplios como el surrealismo, el Quijote y Agatha Christie, la poesía argentina y sus comparaciones con la norteamericana y la inglesa, y los vínculos más inesperados entre narradores lejanos y hasta antagónicos.

Fue un traductor crucial de escritores poco traducidos y también de pensadores de la sociología y de novelas de Jean Austin y de Stephen King. Tuvo un gran éxito con sus clases en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) en torno a la literatura del continente. Un libro recoge ese acontecimiento: Breve historia argentina de la literatura latinoamericana (a partir de Borges), publicado en 2019.

Fue jurado de Casa de las Américas, del Konex y del premio La Nación-Sudamericana.

Ha dictado conferencias en varios países, y un seminario en Cambridge, donde hizo una exposición sobre la literatura argentina, y confraternizó con George Steiner e Ian Mc Iwan.